jueves, 11 de noviembre de 2010

Discursividad Monstruosa de las Ciencias que legitiman modos particulares de inclusión y exclusión del hombre


TRABAJO PRESENTADO EN IV JORNADAS DE REFLEXION. MONSTRUOS Y MONSTURUOSIDADES. FILO UBA.

Eje temático: monstruosidad, cultura y fenómenos de mercado

La antropología desde sus distintas miradas visionarias tanto culturales como sociales, ha sido una de las disciplinas que han protagonizado la construcción de ideologías y regímenes de prácticas llevadas a cabo en diferentes comunidades y pueblos de Occidente.
La antropología como disciplina fue adquiriendo paulatinamente un carácter profesional con rigor investigativo. A mediados del siglo XX hallamos pensadores con posturas que brindan aportes teóricos y metodológicos con vagos intentos por descentrarse de la denominada Antropología Cultural quien fuera encabezada por Franz Boas, considerado el precursor y maestro de esa línea en 1880 en un contexto de debate entre ciencias del espíritu/ciencias de la naturaleza.
Por su parte la Antropología Social Británica se diferencia de aquella, con el sello de una la teoría de abordajes claramente identificados con el funcionalismo, la visible influencia de Durkeim y el empirismo vigente de la época.
Más allá de las diferencias, existe una relación importante para señalar, tal como lo plantea Mauricio Renold en los Fundamentos de las Ciencias del Hombre escrito sobre Antropología Cultural. Un posible recorrido, para un análisis preliminar sobre este tema, nos invita a establecer algunos puntos de contacto entre el surgimiento de la Antropología Estadounidense y el exterminio de comunidades indígenas, que habitaban esos territorios y de las cuales quedan pobres vestigios. Renold considera que dichas prácticas fueron el plafón sobre el cual han emergido las primeras producciones en Antropología.
Josepeh Epes Brown antropólogo Estadounidense que vivió durante ocho meses en la reserva india de Pine Ridge (Dakota del Sur) donde conoció a Alce Negro, un anciano sacerdote Sioux que le concedió el relato de los siete ritos fundamentales que conforman la religión y cosmografía tradicional. Según relata Brown el viejo Alce le trasmite su saber, con el propósito en parte, de evitar la desaparición de los conocimientos sagrados, según palabras del anciano. Narrativa que versa en el libro La Pipa y los siete ritos fundamentales de los Sioux.
Sobre lo que Alce Negro no pudo percatarse es que en esa recreación literaria opera el ordenamiento y la sobre codificación aceptada por la antropología en tanto producción Occidental. Emanación de nuevos códigos, nombres, lenguas y costumbres que van tejiendo una construcción de identidad sobre esos territorios, opacando hasta el exterminio las creaciones singulares que han potenciado y mutado en los diversos pueblos.
Cabe destacar que la antropología entre los siglos XIX y XX de EEUU acontece bajo un contexto de persecución y exterminio de los aborígenes, entre ellos los Sioux. Una de las misiones del gobierno era la de proveer a un segmento de la industria del ferrocarril, que apoyó financieramente de modo sustancial al Partido Republicano, favoreciendo los intereses corporativos erradicando a los indios del oeste. Actualmente los sioux ocupan una reserva en Nebraska, una reserva en Montana y ocho en Dakota del Sur, sufriendo los procesos de aculturación a expensa de las costumbres y vida propia que toda colonización conlleva.
Muchos estudiosos e investigadores opinan que los Sioux han sido una Gran Nación que contaban con más de una variedad lingüística y una estructura social compleja desaparecida. Esto mismo ha sido objeto de investigaciones antropológicas con austeras y rigurosas metodologías al rescate de las ideas, prácticas, rituales y sentimientos propios, que operarían, según las políticas de los blancos, como obstáculo para el crecimiento de la propia Nación de EEUU. Entre otras cuestiones se puede advertir que el mismo término Sioux ha sido objeto de tergiversaciones realizadas por el hombre blanco partiendo de una idea peyorativa de dicho nombre, en tanto derivado del término serpiente. A causa de esto se los nombra como Dakota por parte de antropólogos y gobierno. Una identidad creada por asignaciones entre el “nosotros” y los “otros” inscribiéndose en virtud de valoraciones connotadas negativamente ya que representaría la peligrosidad o inferioridad para la civilización.
Teniendo en cuenta que durante el siglo XIX en muchos países entre ellos Argentina sus elites e instituciones políticas inician un proceso de organización y consolidación de los estados –nación. El fin era sentar las bases de la identidad nacional. La antropología es uno de los instrumentos utilizados por las instituciones de la época fundamentalmente para la creación de una conciencia nacional.
El nacimiento de la disciplina antropológica coincidía, entonces, con el contexto político del país y los intereses de la clase dirigente; de hecho, muchos investigadores eran además importantes figuras del universo político. Por otra parte, estaba en consonancia con el proceso de expansión europeo y el movimiento museográfico que se instalaba en el viejo continente y que influenciaría plenamente el perfil de la antropología en nuestro país.. En síntesis, los deseos de la clase gobernante de crear la nación, la expansión y posterior consolidación de las frontera norte y sur del país y los materiales colectados en esos territorios por especialistas en la materia (luego depositados en los museos más importantes del país), confluyeron para ir delineando el perfil identitario nacional y el de la antropología académica. (Lorena B. Rodríguez. ¿Mestizos o indios puros? 2008)
Actualmente en las comunidades Tehuelches- Mapuches de Nahuel Pan, a 30 kilómetros de la Ciudad de Esquel, tratan de reincorporar su lengua madre, que por cierto ya no será la misma dado los procesos de la colonización llevados a cabo por los conquistadores hispanos y neocolonización protagonizada por forasteros científicos, entre ellos antropólogos, ingenieros, sociólogos, etc. Frente a esta situación las generaciones mayores llevaron adelante el silenciamiento de la transmisión de su propia lengua en sus comunidades, a consecuencia del terror que despiertan las prácticas de discriminación que aún siguen sufriendo. “Hay que cuidarse de los blancos, vienen por nuestras vidas por nuestra lengua me dice mi madre”, comenta la nieta del último cacique. Algunos científicos vienen, sacan fotos de nuestro museo aunque no damos permiso y después nos enteramos de explicaciones (lo que solemos llamar interpretaciones) que son muy lejanas a las nuestras.
Algunos estudios realizados en Chubut con el fin de “explicar” lo que denominan el estadio terminal del desplazamiento de lengua, científicamente traducido por el experto, señalan la existencia de factores extralingüísticos que operaron para desplazar al “mapudungun” de las comunidades mapuches en esa provincia. El mapudungun viene sufriendo traducciones académicas inclusive a través de Diccionarios Abreviados Mapudungun en Español e Inglés, cuyas definiciones son incorporadas en producciones llevadas a cabo por diversas disciplinas del campo Social. En la actualidad existen cursos teóricos- prácticos que intenta hacer conocida la lengua a otras personas que estén interesadas en aprender mapuche.
La vergüenza étnica, los cambios políticos y económicos, la urbanización, la escolarización junto a la prohibición del uso de la lengua han sido algunos de los factores determinantes para la agonía de estas comunidades. A pesar de ello las generaciones más jóvenes últimamente vienen planteando la necesidad de recuperar el idioma ancestral. Es así que las nuevas políticas actuales en Educación, han incorporado como obligatorias el idioma Mapuche en escuelas asentadas en estas comunidades, como emblema de la llamada “recuperación de los pueblos originarios”.
Es plausible advertir entonces que ciertas producciones iniciadas por científicos han sido la base solidaria para recrudecer y reactualizar hechos como los citados anteriormente que, lejos de ser parte de un Mito, concepto acuñado por la misma antropología, serían el sostén y justificación de la vida en sociedad antes que ritualizaciones inacabadas sobre múltiples formas de vida ancestrales.
El exterminio ha sido condición para la civilización misma. La inmanencia del poder que caracteriza a vastas disciplinas dedicadas al estudio del hombre, vienen gestándose desde las milenarias investigaciones transoceánicas hasta nuestro presente que como monstruos gigantes de los grandes imperios imponen sus formas culturales arrasando con las originarias. Parafraseando a Foucault, Monstruo en tanto máquina no porque las máquinas sean determinantes, sino porque expresan las formaciones sociales que las han originado y que las utilizan.
Por otro lado, nuevas investigaciones en antropología incluyen el polémico y polisémico concepto de Globalización. Algunos pensadores contemporáneos intentan delinear otros diagramas diferentes al dicotómico esquema entre naturaleza-cultura, civilizado-barbarie. Lo Cultural por sobre la Cultura que admitiría más bien una adejtivación que sustantivización del término. Garcia Canclini toma a los procesos de la globalización como efectuaciones de nuevas concepciones sobre las producciones de lo cultural, más que como objeto de estudio en sí mismo, entendiendo que la globalización sitúa y des-sitúa al hombre bajo fenómenos que homogenizan y fragmentan a la vez. Este es el punto nodal de por qué no se cuenta con una teoría unitaria de la Globalización agrega este pensador, además del hecho que concierne a las deficiencias propias de la disciplina sobre el estado actual del conocimiento. La consideración de narrativas y metáforas muestran el carácter huidizo, mutante de la globalización, que viaja a través de la gente que migra, se traslada, y en ese devenir intercambia o trasmuta bienes, mensajes, costumbres, experiencias de vida, conformando nuevos contactos interculturales. Canclini 2002
La persecución y exterminio se han basado en gran medida bajo parámetros o estudios biológicos, orgánicos, morfológicos y genéticos, siendo por excelencia el color de la piel, formas morfológicas y modos de pensamientos, los determinantes para llevar a cabo los mecanismos de exclusión.
Las prácticas tradicionales realizadas por los antropólogos se basan en la construcción de variables y constantes coherentes con un marco teórico, sean funcionalistas, historicistas o culturales, construidas e implementadas metodológicamente: observación participante, permanente o parcial, entrevistas estructuradas y semiestructuradas, fichas, cuestionarios, relevamientos ambientales, cuyo propósito es indagar acerca de las denominados aspectos de la cultura en pos del avance de la investigación científica.
La llegada e influencia del Psicoanálisis y la Psicología de la personalidad se han perfilado como los nuevos segmentos científicos que solidariamente junto a la antropología, recrean o restauran procesos de existencia de muchas comunidades.
Hacia fines de 1940 surge en EEUU otra corriente en Antropología cultural denominada Antropología Cognitiva con el fin de superar las limitaciones que otras líneas presentan al pensar la mente humana. La personalidad y las capacidades cognitivas entonces, serían un aspecto fundamental de la cultura siendo aquellas programadas, pautadas y configuradas según un modelo denominado “modelado cultural de la personalidad” (Sampayo, Neuquén 2005)
Teniendo en cuenta lo antes mencionado en cuanto a la influencia de la Antropología según las diferentes ramas en la que se dividen, y en particular de la Cognitiva, trataremos de dilucidar preliminarmente los efectos en los procesos de conformación subjetiva que circulan y se reproducen en ciertas culturas organizacionales de la actualidad.
RRHH ¿Nuevas formas de laboratorio “antroplogizados” encargados de estudiar al hombre para insertarlo en el mercado laboral? ¿La cultura organizacional Managerial? ¿Modelado organizacional de la personalidad? son algunos de los interrogantes que nos surgen.
“No existe ninguna operación, ni el más mínimo mecanismo industrial o financiero que no manifieste la demencia de la máquina capitalista y el carácter patológico de su racionalidad (que no es en absoluto una falsa racionalidad sino la verdadera racionalidad de esta patología, de esta demencia, porque no hay duda de que la máquina funciona). No corre peligro alguno de enloquecer, ya está loca de punta a cabo, y de ahí extrae su racionalidad». ¿Significa esto que, tras esta sociedad «anormal» o fuera de ella, puede haber una sociedad «normal»?” Gilles Deleuze y Félix Guattari, 2005)1
Parangón de ese pasado en el que desde la Antropología se construían formas monstruosas de adoctrinar occidental-mente al hombre, es la vigente construcción de un arquetipo de perfección para la inserción laboral. Sobre las bases del modelo feudal, las grandes empresas multinacionales generan una nueva forma de distribución del poder. El impacto del Management se extiende desde una acción micro cultural de la organización sobre cada empleado, hasta una internacionalización colonizadora de pueblos y ciudades enteras, donde las organizaciones manageriales se asientan, hasta en la figura misma del Estado bajo una “gestión racional de la sociedad”. (Legendre, P. 2008).
Por otro lado estar en la cultura requiere de adaptación. Lógica del costo-beneficio mediante. Resignamos parte de lo que es nuestra identidad en pos de una arquitectura mental (y hasta corporal) del Ser Trabajador. Podría decirse que esto es una verdad poco novedosa que se viene conceptualizando desde la creación social de la noción de trabajador. De todos modos hay una diferencia pasible de situar en la actualidad. El Ser Trabajador ha ocupado gran parte de la escena social como consecuencia de un cambio sustancial en el planeta. El mundo ya no gira porque hay una religión que lo impulsa, sino que el nuevo sentido para la vida es el de ser consumidor. Hoy el ente regulador por excelencia es la OMC (organización mundial del comercio).
Entonces este nuevo sentido de la vida necesita de un anclaje en la subjetividad y para ello nos sume en los modelos preformados de un yo social en boga: el Management.
Desde las ingenierías del yo esta podría considerarse monstruosa aunque la trampa sea justamente la de que a ojos vista esta realidad parecería ser la axiomática del progreso. A pesar de la creencia sostenida en uno mismo, no es más que un delirio hecho a andar por los andamiajes de la posmodernidad. Una verdad diseñada a los fines de sostener la racionalidad del sistema capitalista, tal como indica la cita que da punta pie a este apartado.
Si nos mecemos en las prerrogativas del hoy logramos vislumbrar un nuevo hombre, tal vez menos humano, pero más fuerte, más ágil, más estratégico. Plagado de dispositivos técnicos y de un cuerpo de conocimientos, a veces superfluo pero que va en la línea de las necesidades actuales.
Así emerge el Manager, como nuevo producto productor; figura de éxito indiscutible y artilugio comercial. ¿Podría pensarse que es una de las producciones monstruosas del capitalismo neoliberal?
Las organizaciones en particular desarrollan mecanismos específicos para teñirse de los emblemas manageriales, basándose en un ideal de gerenciamiento. El arte es aquí la gestión en tanto designio industrial, y consiste en “utilizar la pasión humana de existir”2. Para ello la estrategia organizacional se funda en la técnica de la Inducción, como nuevo mecanismo de transmisión cultural forzada, ideado principalmente desde el área de RRHH, devenida laboratorio antropologizante. Allí se despliega una planificación minuciosa del “hombre requerido”. Según Martha Alles el contenido ideal para una buena inducción debe incluir la visión y la misión de la empresa, el organigrama, los aspectos geográficos y mundiales del la organización, políticas, normas internas, beneficios, sistemas y comunicación y costumbres de la compañía (Martha Alles 2005). ¿Qué es todo esto sino cultura organizacional compendiada? Se trata de hacerle saber al recién empleado como debe proceder, como debe ser aquí. Y a la inducción formal para la incorporación de personal le seguirán múltiples dispositivos ritualizados que cumplirán funciones explícitas e implícitas de mantenimiento de dicha cultura, modificándose planificadamente para acompañar los diferentes momentos de cambio de metas y estrategias organizacionales.
Ya no hay “la cultura”, el Management es un intento uniformador bajo la aspiración a lo Multicultural. Se echará mano de lo global, de lo local y hasta de las tradiciones, para sumirlas en un magma de tecnicismo que traducen y se ofrecen para reinterpretar de un modo particular al mundo y las razones que tenemos para existir. Podemos atrevernos a decir que esta edificación psicológica cultural y social de un nuevo tipo de hombre fortalece la idea de la muerte de Dios, del inconsciente, y también el control, y casi destitución intencionalmente concebida, de un Ello cada vez más venido a menos, sometido por el sojuzgamiento de nuevas categorías de placer. Desde aquí se nos conmina a Ser, pero no sin consecuencias. El miedo a la muerte, la angustia y la depresión siempre se abrirán paso, dando lugar al crecimiento de la fármaco-producción de un sinnúmero de drogas y paliativos que intentan controlar los efectos de la parte más loca e indiferenciada de esta racionalidad. El ataque de pánico, el suicidio, el estrés y la hiperactividad son los resultados patológicos de la sumisión al mandato managerial.
Sin embargo es acendrada la creencia de que el yo comanda, hace y gestiona. Es un nuevo héroe, preparado para la guerra descarnada (Dejours 2006) pero bien vestida del traje último modelo. La gesta o gestión de este metro-organizacional, dibujado a mano alzada por las coyunturas económico políticas del mundo global, se sostienen desde la competencia como premisa.
Una de las producciones estéticas que dan cuenta de lo arrasador del ideal de éxito personal es “Gataca”. Allí vemos como la identidad se transforma en un producto de la manipulación cultural, social y hasta científica, diseñada por vectores de mercado al servicio de los intereses de determinados grupos de poder. El fin último de la introducción de la figura del Manager será lograr que finalmente los mecanismos de control social formen parte estructural del psiquismo de los hombres, fidelizando al máximo a la población cautiva de las vertientes más imaginarias que se dejan someter fácilmente a este sistema.
No es sólo éste un sistema basado en el desarrollo individual de un modelo de hombre. Trasciende la intención de confiscar cuerpos individuados y se propone la regulación de de la organización en su totalidad, creando una nueva tribu que sigue los ideales manageriales. Se reemplaza la vieja ilusión del comunismo y socialismo materialista por el imperio de una democracia industrial. El área de RRHH como el responsable axial entre la organización y sus empleados articula estas posibilidades de cambio estructural generando una cultura organizacional managerial. Los destinos de esta tribu vienen comandados y estudiados desde aquí. Los empleados de la organización son considerados como un recurso más de la maquinaria industrial. Por ello podría pensarse que el Management sería también uno de los modos de colonización social que anula las fuerzas políticas dormidas en las mentes individuales. Se licuan las luchas y se desvanecen los sentidos de pertenencia a diferentes clases sociales. Se niegan las diferencias intrínsecas a la polifonía socio-cultural y se revitalizan las tendencias a la masificación. Ocultados tras los espacios comunes de pura identificación a lo igual se instrumentan situaciones que antes pertenecían con exclusividad a la esfera de lo persona. Para finalizar la reflexión se incluye esta cita de Deleuze donde se resume de algún modo la idea trasmitida.
“Los encierros son moldes o moldeados diferentes, mientras que los controles constituyen una modulación como una suerte de moldeado, autodeformante, que cambia constantemente y a cada instante, como un tamiz cuya malla varía en cada punto.” Deleuze, Post-scriptum. Sociedades de control.


Bibliografia:


Albano, S: Michel Foucault Glosario de Aplicaciones. Ed. Quadrata. Bs. As. 2004.
Brown, J: La Pipa Sagrada, Siete ritos secretos de los indios sioux. Ed. Miraguano.2002
Canclini, G: La Globalización imaginada. Paidos. Bs.As. 2000
Deleuze G y Guattari, F: Sobre el Capitalismo y el Deseo. Ed. Pretexto. España 2005
Dejours ,Ch: La Banalización de la Injusticia Social. Ed. Topia. Bs. As. 2006
Mair, L: Introducción a la antropología social. Ed. Alianza. España. 1970
Legendre, P. “Dominium Mundi, El Imperio del Management”, Amorrortu editores, Buenos Aires, 2008.
Sampayo, H y otros: Antropología y Psicología. Ed. Reun. Neuquén. 2005





1 Sobre el capitalismo y el deseo (Gilles Deleuze y FélixGuattari) Texto extraído de Gilles Deleuze, “La isla desierta y otros textos”, editorial Pre-textos, Valencia, España, 2005.págs. 333/346, Edición original: Les Editions de Minuit, 2002.


2 Legendre, P. “Dominium Mundi, El Imperio del Management”, Amorrortu editores, Buenos Aires, 2008.

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